Conocí a Khruangbin en 2018. Como muchas cosas que he puesto en el mapa y en el radar de esta cultura de radio y de música internacional en Colombia, mi recomendación pasó inadvertida, una muestra más de que “una golondrina no hace verano” y que nunca es muy productivo llegar temprano a las fiestas.
Me gustó mucho la idea del funk tailandés. Recuerdo obsesionarme con la historia del género al punto de explorar algunos de sus más dignos representantes, ninguno de los cuales me gustó lo suficiente para seguir ahondando.
Sin embargo, como eran un show tan enigmáticos y tan pequeñitos, el estéreo picnic los trajo al festival en 2019. Tocaron en la misma carpa donde tocó FOALS -hay carpas que tienen magia, yo no sé si usted lo ha notado en su experiencia en festivales, si es que la tiene.
Hicieron un show muy bonito, recuerdo que estaba con una amiga música que me decía que estaba asombrada con la técnica del baterista, porque no se salía nunca del “pocket”. Tocaron su maravilloso “CON TODO EL MUNDO” y luego se hubieron unos cuantos clásicos de hip hop con tanto estilo y sofisticación que todo el mundo salió encantado de ese show esa noche. Luego los volví a ver en III points antes de Los Strokes. Me gustaron pero la experiencia fue tan horrible en ese festival que prefiero no recordarla. En fin.
Acaban de sacar el nuevo álbum, “A LA SALA”. Y para esta tarde de domingo, supuse que le serviría de mucho este rollo sicodelico, Texano, relajado.
Enjoy 😎
