“Ojalá uno tuviera una bola de cristal para saberlo. El proyecto de ‘El Mal Querer’ estaba en números rojos, yo estaba en una situación económica difícil, no tenía ninguna garantía de poder firmar una buena situación con una buena compañía de discos. Es difícil que un disco experimental llegue a la gente. Pero también para mi se trataba de que no fuera solo yo que lo disfrutara, sino que los demás lo disfrutaran también. Entonces también pensaba en las estructuras. En que el flamenco muchas veces es una música compleja pero si la estructura es más pop, eso puede ayudar a que la gente lo pueda entender más. Si los vídeos tienen también una estética accesible dentro de lo que cabe – arriesgada, pero accesible – , eso hace también que el proyecto se entienda mejor. Y creo que los vídeos ayudaron a hacer que la propuesta, que era tan radical musicalmente, se entendiera más. Se trata de eso al final, de cuidar todos los aspectos de tu propuesta para que esa visión que tú tienes llegue a los demás, y consiga que les emocione. Pero al final nunca tienes la certeza, y si pasa, es una bendición.”
En esa visión transgresora de lo pop, el primer acercamiento que se tiene a ‘El Mal Querer’ es que su sencillo inicial, ‘Malamente’, es un híbrido misterioso de flamenco y Trap de Atlanta, pero cuando surge la pregunta, a modo de conclusión de melómano, Rosalía se apresura a aclarar las conexiones. “Es curioso que pienses eso” comenta con confianza, “porque aunque Atlanta es una tierra cuyos artistas me inspiran, por la música que sale de allí, no te diría que ‘Malamente’ está pensado desde el trap. De hecho el trap no está presente en ‘El Mal Querer’, pero sí música urbana. Pero entiendo por qué lo dices, porque hoy en día la música urbana que impera es el reggaetón y el Trap.”
Quizá el error de apreciación se da en entender las palmas flamencas como un reemplazo del reconocido cascabeleo de la poderosa tendencia de hip hop estadounidense, también conocida peyorativamente como “mumble rap”. “Entiendo por qué haces la conexión”, continúa, “pero para mi al final, la palma es un elemento rítmico tan necesario dentro del flamenco y una sonoridad que en muchos momentos he visto que no estaba tan presente porque se sustituyó por el cajón flamenco. Paco de Lucía introdujo el cajón flamenco…bueno, el cajón peruano, y a partir de allí ya se convirtió en el cajón flamenco y todo el mundo lo usaba. Pero yo siempre he pensado que la palma es más interesante, y a lo mejor se le podían sacar muchos más sonidos que no se habían hecho hasta ahora. Por lo menos en los últimos veinte años. Como que por ejemplo pensaba que en vez de que haya un “High – Hat” debe haber una palma. Por eso entiendo lo que dices. Pero a la vez es muy interesante, porque es simplemente volver hacia atrás. Los flamencos, hace muchos años, La Paquera, ponía sus palmas aquí (pone las manos frente al periodista con desafío, a modo de aplaudir, las manos le tapan la cara )…la palma está aquí. Delante del todo. Vamos, o sea, Camarón mismo tiene discos donde la palma está muy súper delante y presente. Eso me encanta. Eso me inspira.”