El director Mateo Stivelberg habla sobre ‘Los Billis’ en esta entrevista para Mañanas X.

Stivelberg, una de las mentes más brillantes de la nueva televisión colombiana, acaba de dirigir la segunda mitad de la serie ‘Los Billis’, estrenada recientemente en la plataforma Amazon Prime. Stivelberg dirigió desde el capítulo 4 hasta el capítulo 8.

‘Los Billis’, una serie libremente adaptada de mitos y leyendas urbanas, cuenta con ficción la historia de una las pandillas más malucas y terroríficas de Colombia.

En esta charla, Mateo Stivelberg – quien también dirigió la serie de Netflix ‘La Primera Vez’, escrita por Dago García – cuenta detalles sobre la filmación de ‘Los Billis’, lo que significa dirigir a nuevas generaciones de actores, las dificultades de grabar en Bogotá en la actualidad, la historia de la controversia por los derechos de la historia de Felipe Mercado – publicada en un libro hace unos años – y la razón por la que las series de adolescentes dejaron de hacerse en televisión nacional para darle paso a las narconovelas y las biografías.

Una anécdota interesante

Después del programa me contó que su papá, el director David Stivel, se había quitado el “berg” porque cuando llegó a Colombia, nadie le entendía el apellido y era imposible de usar. Por eso se dejó el “Stivel”, nombre con el que se hizo famoso en nuestro país.

Cuando le pregunté por qué se fue de Argentina su papá, Stivelberg me contó que se enamoró de una mujer colombiana y que había salido de Buenos Aires persiguiéndola.

La mujer de la que se enamoró era una despampanante modelo y presentadora llamada Virginia Vallejo. Meses después de un idilio increíble y del inicio de un matrimonio soñado, Vallejo empezó a llegar a casa tarde en la noche. con vestidos y abrigos caros.

Al principio Vallejo le negó cualquier infidelidad a Stivelberg, quien ya se había ubicado como director en la productora RTI. Sin embargo, y a pesar de negarle los cuernos, Vallejo le pidió el divorcio días después, con una serie de exigencias que dejaban a Stivel en la quiebra y en la calle.

El director rehusó firmar el divorcio con vehemencia, hasta que un día, dos tipos llegaron a RTI con los papeles del divorcio de Vallejo y dos pistolas en la mano:

“El patrón le manda a decir que firme ese divorcio ya o se vaya del país”, lo amenazaron los tozudos sicarios. Stivel accedió y firmó los papeles, pensando regresar a Argentina.

Días después del suceso, el dictador Luis Videla empezó a matar realizadores visuales y artistas en Argentina. Stivelberg se tuvo que quedar en Colombia.

Aquí está la charla con Stivelberg, que cuenta, entre otras cosas, la historia de cómo se escogen las canciones para una serie de este nivel.